miércoles, 9 de noviembre de 2016

* Joaquín Torres Pérez. Escritor. Ingeniero. México

¡¡¡ Bienvenido Joaquín !!!
Un placer recibirte en este concuurrido y enriquecedor espacio cultural.
Hoy día, las redes son fundamentales para que nuestros mensajes viajen por destinos inimaginables... es así, como han llegado tus letras a nuestra 
Revista en ARGENTINA.

Saludos fraternales 
Angie García

Soy originario de la ciudad de México (Antes distrito federal o D.F.)
Soy técnico en electrónica industrial e ingeniero en electrónica industrial; mi encuentro con las letras se dio desde que estudiaba la primaria cuando leí unos poemas de Amado Nervo, supongo que fue porque entendí el mensaje en esos versos y me dije "Yo puedo hacer eso"... Tal vez no versos, pero sí escribir.


Quiero pensar que así le pasa a quien aprende a tocar algún instrumento y piensa cuando lo escucha por primera vez "Yo puedo hacer eso".

Mi primer "poema" serio lo escribí como a los 20 años cuando entré a estudiar el bachillerato en sistema abierto y luego "cuentos y prosas";

lo pongo entre comillas porque no sé si realmente sean "Poesías, cuentos o prosa" Yo lo llamo "letras" y considero que las letras salen a jugar conmigo para que en uno de esos juegos las ponga en algún hoja de papel.

Esto no tendría ningún sentido si estas letras no las leyeran más personas, pero sí las leen; puedo decir con cierto orgullo que mis letras traviesas han llegado lejos, tan lejos como Rumania, España, Brasil, Perú, Colombia, Costa Rica y ahora Argentina !!! , esto gracias a las redes sociales como fue HI5 y ahora Facebook.


Algunas de mis letras las han publicado en periódicos y otras tantas las he podido vender en "libros" que yo mismo armo

¿Qué más puedo decir?...
Que soy ingeniero en electrónica industrial y que a veces escribo letras.


Joaquín Torres Pérez

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Dibuja

Dibuja una sonrisa en tus labios
¡Mujer!…  Y enamórame despacio
¿No ves que te he buscado?
En el silencio de mis letras, en mi cuarto

Te busco mujer con demencia
Cómo quien preso busca libertad
Rasgando la piel con su cadena
Y soñando ser ajeno a la maldad

Enamórame de a poco; despacio
Sonriendo, no hace falta hablar
Y déjame seguir soñando
Soñando, ¡Qué puedo soñar!

Si he de vivir con este amor idealizado
Si no he de tocar tus labios… ¡Jamás!
Dibuja una sonrisa en tus labios…
Y déjame en tus labios soñar

Joaquín Torres Pérez


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           Érase…         
No sé… parece poesía; parece prosa y hasta parece cuento
(¡Hasta parecen letras!)
Joaquín Torres Pérez

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Ficción
(El guerrero vencido)

La “poderosa” armadura proteínica, con la que fue dotado para enfrentar su destino, y que era capaz de reconstruirse “casi” al cien por ciento de ataques físicos (sin mutilación); no fue suficiente para evitar las heridas más profundas hechas por el portentoso enemigo qué, sin armas físicas, lo había herido varias veces; además, el tiempo también estaba en su contra. Así qué; hizo un balance rápido de su situación y se dijo a sí mismo “Perdí”, “Ya no hay más que hacer”

       El guerrero bajó la guardia; su cuerpo-armadura no mostraba signos de cansancio ni de daños irremediables; si embargo, estaba cansado y su adversario tenía todas las posibilidades de ganar, posibilidades que no ignoraba y sí reconocía en ese momento; aunque ya había presentido su derrota casi desde el principio y las heridas que no sangran eran muchas. 

En su rostro se dibujó una sonrisa “casi” forzada ¿será que pensó que valía más reír que llorar ante la  inevitable derrota?; su adversario, tranquilo, lo vio como a otro guerrero vencido, como muchos más que se animaron a retarlo, a capturarlo para sentirse dueños de algo poderoso; para “estudiarlo” y “explicarlo”; para muchas las cosas que puedan ocurrirse (buenas y malas). “Iluso”, “Tonto”; ni siquiera vale la pena saber su nombre; “Los Que Pierden No Valen”; pero como ya estaba acostumbrado a este tipo de victorias; ni siquiera sonrió.

       Las armas del primero cayeron sin hacer mucho ruido. Todas las ideas de  nuevos ataques fueron borradas de su memoria. 
Perdí” (dijo el Guerrero); “Acepto mi derrota; así como también acepto que hice mis mejores esfuerzos como los mínimos”… 
“De alguna manera sabía que podía perder, que no podría vencerte; pero aún así, abrigué un poco de esperanza de equivocarme; sin embargo, la desconfianza me restó posibilidades y; aunque sé que suena a escusa; creo que no era mi destino derrotarte”… “También acepto que eres un formidable adversario y me da gusto haber tenido este combate contigo, en este espacio y en este tiempo. Aprendí, esa es mi ganancia ante todo lo perdido; lo que realmente le da valor a mi derrota”.
       “He ganado mucho; no creas que me voy con las manos vacías, me has enseñado a esforzarme por lo que creo y tuve la oportunidad de ver la magnitud de tu poder, su buen uso y su mal uso; además, tuve la oportunidad de soñar con tu captura, de soñar con la miel que dejas en los labios y a cambio, me enseñaste las realidades que vienen contigo; y el dolor que no se olvida”… 
“Es cierto; perdí, pero los guerreros como yo, encontramos más valor en los combates que en las victorias. Venimos a demostrar nuestras habilidades heredadas y aprendidas y lo importante; a ser fieles a quienes somos”.
       “Perder o ganar es sólo una consecuencia, un efecto”. 
“Así que cumplí; te reté AMOR, energía poderosa del universo; eterna e inevitable y; aunque no te llevo a mi lado; como siempre lo he deseado, ¡no me importa!; porque no cedí a la idea de no retarte al saberte invencible; además, disfruté de la batalla y de las enseñanzas”. “Creo que en realidad… debo darte las gracias por todo”.
       El AMOR; que es energía pura y la cuarta parte del alma, así como eterno, hasta donde se puede interpretar, dijo entonces 
“¿Por qué me retaste; si sabías que perderías?”... “la mayoría se creen muy listos y quieren jugar conmigo; pero son tan tontos que ni siquiera se dan cuenta cuando han perdido”. “Otros siempre tienen miedo y jamás intentan y existen los afortunados; los que no necesitan esforzarse porque tienen la conciencia de los niños pequeños, sin malicia que sólo estiran la mano y se aferran a mí”. “Son pocos, pero existen; y tú sabías que ibas a ser vencido aún así intentaste, ¿por qué me retaste?”…
       “¿Por qué?” (Preguntó el guerrero); “Porque te encontré en mí; sentí algo dentro de mi alma y eras tú; porque quise saber para que sirves y porqué te llevo dentro”. “Así  fue como nació una tremenda duda de saber sobre tu existencia y tu esencia; así que busqué toda información de quienes intentaron antes que yo; de los que, según ellos, podían explicarte; y hasta quería superarlos”… 
“Quería mostrar que eres razonable, AMOR y te podía llevar fuera de mí; a mi lado y en la forma que a mí me gusta; la de una mujer perfecta, pero es imposible”… 
“Se pierde la razón cuando te encontramos y la  perfección es sólo una ilusión que crea la mente; es sólo es una palabra carente de demostración en la realidad en la que existimos, que satisfaga a todos; bueno, la verdad es que yo no conozco la perfección y dudo que alguien la conozca; y sin embargo, la mayoría creemos que debería de existir”…
       “Cometí un error (Continuaba diciendo el guerrero); el error que siempre cometo; el de querer analizar todo lo que se atraviesa en mi camino y el error de creer en los ideales; simplemente no pude evitarlo porque es parte de mi ser”. “Mis dos errores fueron que supe de ti y traté de analizarte y luego te imaginé en forma de una mujer perfecta y poco a poco me di cuenta de mis dos errores”… “Tú no debes ser analizado y nadie puede ser perfecto”… “Por más que quise ignorar que me equivocaba para abrazarme a ti, a tu esperanza y a mi ideal no pude; porque tú, AMOR, puedes existir dentro de nosotros pero no es garantía de que te encontremos afuera y porque entre más idealicemos a quien queremos amar; en la realidad más nos alejamos del ser amado, debido a no se parecerá al más hermoso sueño creado por nosotros”.
       “Acepto que no todos seremos afortunados de encontrarte en la forma que deseamos y sólo nos dejan dos opciones”… 
“O sedemos a la realidad sin condicionar o te aferras a tu idea y descartas la posibilidad de cualquier victoria”… “Yo creo que no nací para ganar y tampoco para venderme porque no puedo hacerlo, porque algo muy dentro de mí me impide hacerlo”. “No puedo engañar sólo para presumir una falsa y vacía victoria”… “Yo”… “Simplemente no me vendo”. “Sólo me salva de perderme en el sinsentido, la búsqueda del conocimiento del todo y el saber quién soy yo; y reafirmarme ante el reto que me toque vivir”… 
“Sé que sería más fácil olvidarme de todas estas tonterías para ser aceptado por quienes me rodean, para integrarme con los demás; pero no puedo”…“Sólo tengo este minuto de ser y aún; cuando siento que todo está en mi contra; ¡LO DISFRUTO!”. 
“ASÍ SOY YO” (Esta vez el AMOR sonrió).
       “Así eres TÚ (Dijo el AMOR) y pocos como tú; todos dicen que estás loco”… “¿Y ahora qué?”. (El guerrero contestó) “Bueno, mi lucha contigo terminó; pero tengo otro oponente también poderoso y sé que tampoco lo voy a vencer; pero será interesante porque pondré a prueba lo aprendido y lo que tenga más fortaleza dentro de mí, lo que tenga más raíz, será lo que se quede conmigo; lo demás se quemará como la paja y sólo el conocimiento verdaderamente valioso quedará en pocas palabras y sencillas; como debe de ser para que sea entendido por todos”. 

“Mi nuevo contrincante es la ignorancia; mi propia ignorancia y después la ignorancia de todos, ¡NO LA VENCERÉ! Y eso es bueno; porque sí derroto a mi ignorancia ya nada me sorprendería”. “Sé que no sabré todo de mí; y así, cada día aprenderé y reaprenderé un poco hasta conocerme mejor y entender el porqué de mi propio ser y, si no te molesta, tomaré  el arma más poderosa con la que te enfrenté” (El AMOR asintió y el guerrero tomó una pluma).
      “¿Sólo eso?” (Preguntó el AMOR), “¿Por qué no usar una fabulosa armadura para impresionar a tus enemigos?”… 
(El guerrero contestó) “Sólo necesito esta pluma y buscar el conocimiento que hay dentro de mí y exponerlo ante la ignorancia; sí lo que sé tiene validez, entonces podrá servirle a otro en su camino”. “Para mí; la ignorancia se parece a la oscuridad que no deja ver lo que nos rodea y amenaza con provocar nuestra caída, y esconde toda clase de esperanzas”. 

“Para mí; la ignorancia es capaz de enfrentar a mujeres y hombres; a hermanos y amigos; a enfermos y sanos a pelear”. “Para mí la ignorancia es también un mal necesario que sé que tampoco venceré, pero sé que es importante que intente vencer para que otros, muchos más, también intenten”… “Simplemente, hacer lo que se tiene que hacer”; “Los guerreros cono yo, aprendemos más de las derrotas que de las victorias, porque así debe de ser”…
       “NO GANARÁS” (Dijo el AMOR); “¿POR QUÉ INTENTAR CUANDO NO SE CONTEMPLA LA VICTORIA?”, “¿CUÁNDO NO HAY ESPERANZAS DE DEJAR HUELLA?”; “¿CUÁNDO TODOS OLVIDARAN TU NOMBRE?”; “¿POR QUÉ INTENTAR EN LAS BATALLAS PERDIDAS?”…
       (El guerrero sonrió) “Yo también soy una esencia”; “soy el campeón de las batallas perdidas”. “Mi destino es intentar una y todas la veces que sean necesarias, sin permitir que las derrotas me venzan y sin permitir que las victorias me intoxiquen, me embriaguen o me detengan”. “Esa es mi esencia para eso fui creado”; “¡Qué más da que no recuerden mi nombre!”, “¡Eso no importa!” “y me voy; porque muchos me están esperando”… (Así; el guerrero le dio la espalda al AMOR e inició su camino hacia la incertidumbre, en busca de su siguiente enemigo; LA IGNORANCIA y el AMOR le digo) “Nos volveremos a ver”…  (Al oír esta palabras y sin voltear, el guerrero dijo) “¿Cómo poder evitarlo?; Si la cuarta parte de mi alma eres tú y además siempre te espero; pero me gustaría no tener memoria, me gustaría que cuando nos encontremos no me duelan las cicatrices del alma, que no me duela en el corazón”… “Me gustaría olvidar todo; hasta quien soy, y así disfrutaría cualquier encuentro contigo pero no puedo; ni modo” (Y siguió su camino perdiéndose en la oscuridad de lo desconocido; el AMOR ya estando solo se dijo a sí mismo)
“Nos volveremos a ver y perderás ese cuerpo para tener otro, perderás la memoria de estos sucesos y cualquier técnica de ataque; todo será nuevo, otro cuerpo, otra mente; pero la misma esencia y distinto destino”… “Ya sin memoria, intentarás otras cosas y volverá a ser divertido enfrentarte; y talvez, la próxima vez, No me combatas”. “Sólo tengas que estirar la y yo tomaré la tuya en la forma que siempre has desead; sin miedo al dolor, pasemos un tiempo juntos… talvez”…
       “Yo tampoco lo sé todo, ni mi destino, ni el destino de los demás; pero sé que podría pasar porque ya ha pasado y para mí esa ignorancia también es una bendición”… (El AMOR se quedó solo por un instante, nada en realidad, esperando a su nuevo contrincante en turno sin saber que sorpresas le tienen preparadas; como siempre ha pasado).


Joaquín Torres Pérez

 Contacto
https://www.facebook.com/joaquin.torresperez


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